El aumento en los precios de los huevos tiene su origen en la mortalidad de gallinas ponedoras a causa de las altas temperaturas estivales y en el proceso de renovación de estas aves, que ocurre en esta época del año. Las gallinas más jóvenes aún no alcanzan la producción necesaria para suplir la demanda, explicaron desde empresas proveedoras de Posadas y el interior de la provincia. Esta situación se agrava con la decisión de algunas industrias de desviar su producción hacia el sur del país, donde el producto alcanza un valor más alto.

Insuficiencia de la producción local

La producción local de huevos en Misiones, aunque valiosa por su enfoque artesanal, no logra cubrir la creciente demanda. Según Ramona Isabel Espíndola, presidenta de la Cooperativa Agropecuaria Mujeres Unidas Limitada, la producción local se distingue por el cuidado personalizado y la calidad de sus huevos, pero no alcanza para suplir la oferta industrial. «Nuestros galpones son a piso y las gallinas están sueltas, lo que garantiza huevos de frescura y calidad superior», afirmó Espíndola.

Con la Semana Santa a la vuelta de la esquina, la disponibilidad y el costo de los huevos preocupan a los consumidores. Ramón Ortíz, feriante del Mercado Concentrador Zonal, señaló que muchos puestos están sin stock y no tienen certeza sobre la reposición antes de la festividad. «Nos avisaron que cuando haya más stock, vendrá con un aumento de precio», agregó.

Consecuencias para la alimentación y la industria

La escasez no solo afecta al consumo familiar, sino también a industrias que dependen de los huevos como insumo. Joaquín García, licenciado en Nutrición, destacó el impacto del aumento de precios en el acceso a este alimento esencial. «El huevo es una fuente de proteína de alto valor biológico, y su encarecimiento afecta la accesibilidad», explicó García.

Ante la situación actual, García sugiere alternativas para quienes buscan reemplazar los huevos en su dieta. «Las legumbres, lácteos descremados, carnes magras, frutos secos y semillas como chía y lino, son opciones viables», indicó, enfatizando la importancia de mantener una dieta equilibrada.

Sobre el consumo de huevos, García aconseja adaptarlo a las necesidades individuales. «El consumo seguro diario puede variar de uno a tres huevos, dependiendo del estado de salud y nivel de actividad física», detalló, subrayando que las personas con ciertas patologías deben ajustar su ingesta.

Esperanza de normalización

Las empresas proveedoras esperan que la situación se normalice en las próximas semanas, a medida que las gallinas jóvenes alcancen la madurez productiva. Sin embargo, advierten que la estabilización del mercado puede tardar, y los precios podrían seguir en alza mientras la demanda supere a la oferta.

La situación actual podría impulsar a los productores locales a aumentar su capacidad y a las cooperativas a buscar estrategias para mejorar la distribución. «Es una oportunidad para fortalecer la producción local y reducir la dependencia de proveedores externos», concluyó Espíndola.