“La yerba mate es parte de lo que somos. No puede crecer a costa del sufrimiento de quienes la cultivan”, expresó el ministro, quien alertó sobre las consecuencias de un mercado desregulado y dominado por pocos actores que fijan condiciones perjudiciales para el pequeño productor.
La Provincia sostiene que sin precios justos, sin trazabilidad, sin reglas claras y con márgenes de poder cada vez más concentrados, la actividad yerbatera pierde su esencia: la del trabajo familiar, el esfuerzo en la chacra y la identidad misionera.
“Sabemos que hay molinos que también valoran la producción sustentable y el equilibrio de la cadena. Este es el momento para demostrarlo, para priorizar el bien común por encima de intereses inmediatos”, añadió López Sartori.
Misiones reitera así su disposición al diálogo, pero también su decisión de defender a quienes sostienen esta economía regional día a día con su esfuerzo, bajo la premisa de que “cuidar al productor es cuidar la yerba, la tierra y la historia que compartimos”.