Originalmente llamado Circuito Île Notre-Dame, este escenario recibe a la Fórmula 1 desde 1978 y es uno de los predilectos de los pilotos por su rapidez y baja carga aerodinámica. La pista tiene varias chicanas que obligan a frenadas bruscas pero cuando se sale de las curvas se vuelve muy veloz.

Número de vueltas: 70

Longitud del circuito: 4.361 kilómetros

Distancia de carrera: 305,27 kilómetros

Récord de vuelta: 1:13.078 Valtteri Bottas (2019)

La Fórmula 1 despierta pasiones en cada rincón del mundo, y entre las temporadas más intensas que dejó la categoría reina del automovilismo, la de 2007 ocupa un lugar especial. La definición del campeonato entre Fernando Alonso, Lewis Hamilton y Kimi Raikkonen —quien se consagró campeón por apenas un punto y le dio a Ferrari su último título de pilotos— marcó una época. Pero también lo hizo un episodio que estremeció a los fanáticos: el violento accidente de Robert Kubica durante el Gran Premio de Canadá.

Este fin de semana, del 13 al 15 de junio, la F1 regresa al circuito Gilles Villeneuve de Montreal, en lo que será la décima carrera del calendario 2025 y la cuarta participación de Franco Colapinto con Alpine. Como sucedió en 2007, el Gran Premio canadiense llega justo después de la competencia en Mónaco, pero aquel año la atención se desvió por completo hacia un suceso inesperado.

Durante la vuelta número 27, el piloto polaco de BMW intentó una maniobra de sobrepaso al italiano Jarno Trulli, que corría para Toyota. El toque fue apenas perceptible, pero desencadenó una de las escenas más impactantes de la historia moderna de la F1. El auto de Kubica se desvió hacia el césped, donde un bache lo desestabilizó y lo lanzó contra el muro a más de 200 km/h. Tras el primer impacto, el vehículo rebotó, volvió a cruzar la pista y chocó nuevamente contra la pared del otro lado.

En total, cinco monoplazas abandonaron ese domingo por distintos incidentes, pero ninguno tan estremecedor como el de Kubica. Milagrosamente, el piloto resultó con heridas leves y volvió a competir semanas después, demostrando su fortaleza física y mental.

El recuerdo de aquel accidente sigue presente cada vez que la Fórmula 1 desembarca en Canadá. Con el avance de las tecnologías de seguridad, muchas cosas han cambiado desde entonces, pero el legado de aquel momento sigue siendo una lección sobre los riesgos, la velocidad y la resistencia que definen a la Máxima.

FUENTES: TyC Sports y Olé.