La víctima, un comerciante de la localidad de Puerto Esperanza, había salido de su establecimiento ubicado sobre la ruta nacional y, luego de dejar a su hijo en una escuela cercana, regresó al local para cargar el dinero en su vehículo. Se trataba de dos bolsos negros con detalles rojos, en cuyo interior había más de 43.700 billetes, discriminados en denominaciones de $20.000, $10.000, $2.000 y $1.000, con un total declarado de 119.669.610 pesos. Según el testimonio brindado en sede policial, su destino era una sucursal del Banco Macro situada en la misma localidad de Wanda.
A poco de ingresar en la avenida mencionada, el empresario fue encerrado por un vehículo utilitario —identificado como una Renault Duster gris— que le bloqueó el paso de manera abrupta. En ese momento descendieron al menos tres personas, una de ellas con un arma larga y un chaleco antibalas, quien se dirigió directamente hacia la ventanilla del conductor apuntándole con el arma.
De acuerdo con la denuncia, el sujeto intentó abrir la puerta del vehículo y, al no lograrlo, otro de los agresores comenzó a golpear la ventanilla del lado del acompañante. Temiendo por su integridad, la víctima destrabó el cierre centralizado y fue inmediatamente sacada del rodado y obligada a tirarse boca abajo sobre el asfalto.
Mientras era reducido, los atacantes exigieron que entregara sus pertenencias personales, entre ellas una cadena y una pulsera de oro. Luego, accedieron al interior del vehículo y sustrajeron los bolsos con el dinero. Antes de retirarse, los agresores le propinaron múltiples patadas en la cabeza. El hombre manifestó que alcanzó a escuchar un estruendo que no pudo identificar como un disparo o un golpe contra la carrocería, y que debido a la agresión física quedó desorientado por varios minutos.
Los delincuentes huyeron a gran velocidad por la misma avenida, en dirección a una zona donde se encuentra un club social. La víctima logró recuperarse parcialmente y trasladarse por sus propios medios hasta la comisaría de Wanda, donde formalizó la denuncia.
Personal policial activó el protocolo de intervención y trasladó al denunciante al hospital local, desde donde fue derivado posteriormente al Hospital SAMIC de Eldorado para una atención más especializada. En el lugar del hecho se preservó la escena y se realizó un relevamiento técnico por parte de la División Criminalística, que incluyó el secuestro de una vaina servida calibre 12, un cartucho sin percutar del mismo calibre, y un teléfono celular que pertenecía a la víctima.
Horas después del hecho, un vecino se presentó de forma voluntaria en una dependencia policial para entregar un teléfono celular hallado en la vía pública. Según su testimonio, poco antes había observado un vehículo similar al utilizado por los agresores circulando a alta velocidad por la zona, y luego encontró el dispositivo tirado en la vereda, sin que estuviera allí minutos antes. La verificación de ese teléfono —un modelo Samsung— permitió establecer que pertenecía al hijo del comerciante asaltado.
La investigación quedó en manos de la Unidad Regional V, que junto con la División Cibercrimen trabaja en el análisis de cámaras de seguridad de la zona. Se sospecha que los autores del hecho contaban con información previa sobre el traslado del dinero, aunque la víctima indicó que solo una persona de su entorno íntimo conocía los detalles exactos del monto y del destino del traslado.
Hasta el momento, no hay detenidos ni sospechosos identificados. La víctima no logró aportar datos precisos sobre los rostros de los atacantes debido a que todos llevaban cubrebocas. Tampoco se pudo precisar la cantidad exacta de participantes, aunque se estima que al menos cuatro personas formaron parte del grupo, todas armadas.
Los investigadores analizan si el hecho se trató de un robo planificado con inteligencia previa sobre los movimientos del comerciante, quien también indicó que no suele repetir ni el horario ni el trayecto cuando realiza traslados de dinero hacia el banco. Se aguarda el análisis de los registros fílmicos para obtener posibles identificaciones del vehículo y de los autores del hecho.