En Argentina, la fecha fue celebrada por primera vez en 1890. El 28 de abril de 1930, el presidente Hipólito Yrigoyen instituyó formalmente la fecha como Fiesta del Trabajo.
En 1947, durante el gobierno de Juan Domingo Perón, se realizó la primera conmemoración con discursos de Eva Perón y el presidente, y también se celebró la ampliación de los derechos sociales.
En 1949 se plasmó la Declaración de los Derechos del Trabajador, formulada por Perón en 1947, que sintetizaba 10 derechos básicos. Estos derechos fueron formalizados por decreto y luego incorporados a la Constitución de 1949.
En Estados Unidos:
En el siglo XIX, la jornada laboral en Estados Unidos podía extenderse hasta las 18 horas, en condiciones muy precarias.
Sin embargo, los dueños de McCormick se negaron al cambio, lo que generó el descontento de sus empleados. Las protestas frente a la fábrica fueron reprimidas por la policía. El 1º de mayo, la represión policial causó muertos y heridos. Las protestas continuaron los días 2 y 3 de mayo, con nuevos ataques y más víctimas.
El 4 de mayo, la policía volvió a reprimir a los manifestantes. En medio del caos, estalló una bomba, en el incidente conocido como el «atentado de Haymarket». Este hecho llevó al enjuiciamiento de seis obreros, los «Mártires de Chicago», cuya culpabilidad no fue probada. Cuatro fueron condenados a muerte y dos a prisión.
La repercusión de estos sucesos generó indignación y unió a las fuerzas que luchaban por los mismos ideales. En 1919, la primera conferencia de la La Organización Internacional del Trabajo (OIT) propuso la adopción universal de la jornada de 8 horas y la semana de 48 horas, medida que finalmente fue aprobada.
Entre los derechos de los trabajadores se contemplan:
En cuanto a las obligaciones, abarcan: