Específicamente, el acusado fue encontrado culpable de los delitos de abuso sexual sin acceos carnal y con acceso carnal -éstos últimos, reiterados en contra de la niña-. Delitos “calificados por ser encargado de la guarda y por haberse cometido contra una menor de 18 años”. Además de que se consideró en la sentencia que el imputado se aprovechó de la menor, a quien tenía a su cargo por el vínculo que los unía.
Aún resta definirse si prosperará el pedido de investigación contra la madre de la víctima, a quien el fiscal Federico Rodríguez solicitó que se le inicie una causa por presunto falso testimonio. La mujer, cuando fue su turno de declarar en la primera jornada del debate la semana pasada, apuntó que fue la tía de la menor quien “la obligó a declarar y decir que fue abusada”. Los argumentos del fallo se conocerán el 15 de mayo próximo. 
Por la sala pasaron diferentes figuras claves para esclarecer y reconstruir la agresión que padeció la niña años atrás. Sin dudas que la voz de una prima suya -de actualmente 15 años- fue determinante para conocer el estado de salud mental de la víctima y cómo fue el momento en que, quebrada en llanto, se animó a contar lo que ocurría.
Además, declararon la tía y madrina de la menor; una mejor amiga, dos primas, empleadas domésticas y una monja -quien declaró mediante videollamada-. Algunas de estas personas fueron relevantes para animar a la víctima a confesar lo que padeció y que la familia formalice una denuncia contra el trabajador del volante.